Un querido amigo nuestro nos reveló que se gana la vida haciendo shows de sexo en vivo como una chica en la webcam y accedió a abrirse a nosotros y contarnos cómo es su vida y cómo eligió hacer este trabajo.
¿Cómo empezaste a actuar como chica de la webcam?
Por casualidad. Mi novio había encontrado un sitio web y me habló de esta oportunidad. Sabía que en ese momento tenía dificultades económicas, los estudios me dejaban poco tiempo para trabajar y hacer de camarera me ocupaba mucho tiempo, además de que ganaba poco. Me explicó en qué consistía, simplemente tenía que divertirme delante de una webcam, desnudarme y jugar con quien estuviera al otro lado de la pantalla. Podía elegir hasta dónde llegar, si tener sexo virtual, usar juguetes eróticos, pero siempre todo online, en lo virtual, nada de encuentros “en vivo”, de lo contrario nunca hubiera aceptado y tampoco mi novio me hubiera hecho la propuesta, claro.
En todo esto, ¿dónde está el lucro?
Cada chica fija su precio, que varía de uno a tres euros por minuto, y luego gana la mitad de los ingresos, el resto va al sitio. Cuando una chica en la webcam es llamada en privado por un usuario, empieza a ganar. También puede poner a la venta piezas de lencería, zapatos, medias, tener usuarios con cada tipo de fetiche , y vender sus propias fotos y relatos eróticos.
¿Cuánto gana de media al día?
Realmente depende del día y del tiempo que permanezca conectada. Hay días “no” en los que se gana muy poco y días “buenos” en los que se puede ganar hasta más de cien euros. Una cantidad considerable, sobre todo ahora en tiempos de crisis… Me siento muy " empresaria de mí misma”.
¿Tienes un “horario de trabajo”?
El lado bueno es este. Yo decido mi propio horario, cuándo me conecto y cuánto tiempo permanezco en el chat. Evidentemente, cuanto más permanezca en línea, más ganará.
¿Con qué tipo de usuarios tienes que tratar?
Tienes todas las edades y clases sociales. He conocido a estudiantes, profesionales, trabajadores, ejecutivos, personas de cierta edad, a veces incluso parejas.
¿Y qué buscan?
La mayoría dice que llegó al sitio por casualidad y luego, por curiosidad, se registró para ver de qué se trataba. Otros simplemente buscan a alguien con quien hablar o revelar cosas que nunca dirían a su novia/mujer. Otros quieren satisfacer sus propias tendencias y perversiones. Hay amantes del BDSM y los que tienen un fetiche, como por ejemplo por los pies o por una fantasía específica, que te piden que te vistas sexy, que sólo quieren masturbarse y que quieren escenificar una situación caliente casi real, que quieren tener sexo virtual y que se excitan viéndome mientras me divierto con un vibrador u otros juguetes eróticos. Tiene de todo, como en la vida real.
¿Qué te piden que hagas?
A más cosas diferentes. Algunos quieren un striptease como el de Kim Basinger en Nueve semanas y media , otros quieren verme mientras me masturbo y a veces, como ya he dicho, me piden que use incluso un juguete sexual, otros me piden que me dé azotes en el culo hasta que se ponga rojo, una vez un cliente me pidió que me golpeara con un cinturón, otros se ponen cachondos cuando me oyen hablar sucio, otros quieren verme desnuda bajo la ducha.
¿Te han ofrecido ir más allá de lo virtual?
Sí, por supuesto. Más de una vez me ofrecieron dinero por una cita. Obviamente, ni siquiera se me pasó por la cabeza aceptar una oferta así, porque de lo contrario empezaría a tener serias dudas sobre mí misma y cambiaría de trabajo. No soy una prostituta. Además, el mismo sitio prohíbe explícita y terminantemente concertar citas con clientes a través del sitio, bajo pena de expulsión. Y estoy felizmente saliendo, como bien sabes.
Lo sé, lo sé. Sobre eso, ¿él no está celoso?
No. Para los usuarios soy una chica en la webcam, una chica virtual para jugar y divertirse en la webcam. Eso es todo. Puedo apagar el PC cuando quiera o si algo o alguien me molesta. Él sabe muy bien que nunca iré más allá de lo virtual.
Última pregunta, ¿cuál es la cosa más extraña que alguien te ha pedido que hagas?
Hay varias cosas curiosas, yo recuerdo dos. Hubo alguien que me llamó muchas veces, encendía la webcam y me preguntaba: “Mira y dime si crees que tengo la polla pequeña”. Por favor, sea sincera”. Mientras tanto, se masturbaba. Vino después de unos minutos, digamos que fue bastante precoz. Otro usuario, en cambio, me dijo que era médico y me preguntó si tenía jeringuillas en casa. Casi me asusta… ¿qué quiere que haga con las jeringuillas? Dije que sí, porque tenía curiosidad por saber hasta dónde llegaría. Me pidió que me vistiera de forma sexy, con mallas y me dijo que me pusiera la aguja en las nalgas y empujara. Obviamente fingí…
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