El frigorífico es sin duda un electrodoméstico vital en nuestra sociedad, el más importante de la cocina. Si te enfrentas a la elección de comprar un frigorífico, es bueno tener en cuenta algunas características, como el ahorro de energía, una buena división de la habitación para tener el máximo espacio, el ruido y muchas otras.
Entre los aspectos a comprobar está, sin duda, la capacidad: ésta varía de un frigorífico a otro y dependiendo de nuestras necesidades y de cuántas personas lo vayan a utilizar, hay que orientarse por un frigorífico más o menos grande. Hay que tener en cuenta que para una persona es suficiente un volumen de 100/150 litros, para dos o cuatro personas, entre 220 y 280 litros. Otras características para valorar son el termostato, el ruido, el no-frost (es decir, que evita la formación de hielo), o incluso el acelerador de frío.
Todas estas características se pueden encontrar en varios modelos. A continuación, te mostramos las más importantes del mercado para que puedas valorarlas en función de lo que busques. El congelador de dos puertas, llamado así por los dos compartimentos de tamaño discreto que albergan un congelador y el otro el frigorífico. Este último lado es el predominante e incluye los cajones para frutas y verduras, los compartimentos para huevos y botellas y, en los modelos más tecnológicos, también los compartimentos para el almacenamiento de frutas y verduras. Otra innovación de este modelo en particular es la posibilidad de utilizar sólo una parte del frigorífico para obtener un considerable ahorro de energía.
El frigorífico combinado es uno de los modelos más populares e incluye el frigorífico en la parte superior y el congelador en la inferior (o al revés). Este último suele estar dividido en cajones que son ideales para dividir los alimentos congelados de la mejor manera. Sus dimensiones no son exageradas y esto no permite la conservación de alimentos muy voluminosos, sin embargo, casi todos están equipados con el sistema no-frost, sensores o alarmas especiales y el acelerador de frío.
El frigorífico americano, es decir, el de grandes dimensiones que suele haber en el mercado, puedes encontrar dos tipos diferentes: los que son side by side y los de cuatro puertas también llamados French Door. Los primeros tienen una capacidad de más de 400 litros y son bastante voluminosos en la cocina. Se componen de dos puertas, una para el congelador y otra para el frigorífico y cuentan con diferentes compartimentos para una correcta y funcional conservación de los alimentos. El otro modelo, de cuatro puertas, ofrece una distribución del espacio más tradicional, con el frigorífico en la parte superior y el congelador en la inferior. La mayoría de estos modelos americanos cuentan con la tecnología Door-in-Door, es decir, la presencia de un compartimento situado fuera de las puertas desde el que se puede acceder a las bebidas.
El frigorífico empotrado es el más utilizado en las cocinas combinadas porque se coloca dentro del armario de la cocina. Su volumen es estándar y dispone de los distintos cajones y compartimentos para conservar mejor los alimentos. Suelen tener la zona del congelador en la parte inferior, y el frigorífico en la superior; su parte exterior no tiene ningún acabado estético particular, ya que fue diseñado para ser empotrado en los armarios de la cocina. Si tiene este tipo de frigorífico y tal vez deba sustituirlo por otro idéntico, preste atención a las dimensiones del armario y del frigorífico.
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